miércoles, 5 de agosto de 2015

Epílogo


Todo lo que hemos vivido


Rayner


Junio. 2016


Ha pasado un año desde que viajé en el tiempo. Un año y siento como si fuera ayer.

Apenas recuerdo lo que pasó aquella noche. Solo sé que regresamos y nos esperaban dos hombres vestidos con el brazalete de la orden. Incluso se encontraba allí el director. Nada mas ver todo aquel lio que habíamos organidazo, me desplomé con Julen en brazos. 

Al mes de regresar del pasado y volver a casa, Estévez contactó conmigo para explicarme que había sido del cuerpo de Iraida. Me contó también que al saltarse algunas normas y perder uno de los suyos, le habían suspendido. Ya...yo tampoco sabía que eso funcionase como si fueran policías.

Me dijo que iba a aprovechar para viajar el último mes del verano y que se iba a llevar a Gara. Hasta donde yo se no son novios pero quien sabe, la vida da muchas vueltas y ella merece ser feliz. Necesita que alguien le dé el amor que yo, en todo el tiempo que nos conocemos, no he sido capaz de darle.


Estévez me escribe Mails de vez en cuando y Gara suele hacer visitas express. No quiero perder el contacto con ninguno de los dos.


Ahora que lo pienso… El muy cabrón no se como se las apañó para que nadie encontrase pruebas de lo que en realidad ocurrió en esa cabaña. Tampoco ha salido a la luz que Monroe era el padre de Iraida y Joel. A pesar de todo, Monroe está enterrado en el cementerio detrás del edificio, como uno mas de ellos. Para mucha gente era un hombre respetable. Con un curriculum intachable. Simplemente había querido proteger a sus hijos y a la gente le gusta mucho juzgar. Era mejor que no supieran la verdad.


Y qué contar de mí...


Estoy intentando hacer mi vida cómo puedo. Perdí las prácticas pero la orden tiró de contactos y me acabó financiado otras. Llevo trabajando casi seis meses y aun tengo dinero ahorrado. No me va nada mal. También me ofrecieron un puesto en la orden pero les dije que necesitaba tiempo para recuperarme. En tan poco tiempo mi vida ha dado muchísimas vueltas. Pero lo que jamás pensé es que volvería a verle... Después de tantos años y que se suicidara en mis brazos, nunca me imaginé que volvería a verle, a hablar con él. Aunque no se pero… tengo recuerdos confusos. Ya no se que es real ni que es tan solo algo que nunca tuvo que existir. Aun me acuerdo de él. No he tirado la foto que tenemos juntos y voy a llevarle flores siempre que puedo. Porque gracias a él conocí la amistad, y lo que una persona es capaz de hacer por amor. Gracias a Joel, Julen está a mi lado. No puedo pedir nada más. He de reconocer que casi no sobrevive pero es muy fuerte. Sus ganas de vivir pudieron con todo y ahí está, viviendo conmigo, con su trabajo de ingeniero. Está haciendo las maletas mientras yo escribo esto en un diario. Oh sí, con veinticinco años y aun escribiendo en un diario. En fin. Le he regalado un viaje a Japón. Vamos a ir porque desde adolescentes siempre me decía que quería conocer aquello, y después de lo mal que lo hemos pasado…


Solo tengo claras dos cosas. Primera: Jugar con el tiempo puede llamar mucho la atención, pero hay cosas que no se pueden cambiar. La muerte de Joel es una de esas cosas. Si intentas cambiar algo siempre te traerá consecuencias. Y segunda: Tengo otra oportunidad para estar con Julen, y no pienso desaprovecharla.

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